martes, 12 de febrero de 2013

BUEN GUIÓN QUE NO GOLPEA BAJO

Los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne hacen un cine que se percibe enseguida con un sello propio. Desde el guión, que ellos mismos generalmente realizan, se esfuerzan por contar historias simples pero a la vez profundas, con reminiscencias de Truffaut, con la simpleza del relato más enfocado en lo propiamente humano, sin grandes catástrofes más que las del corazón.
El Niño de la Bicicleta (2011) es sin duda una buena muestra de eso. El conflicto humano de un niño, su desprotección y la búsqueda de afecto, su unión con una joven mujer que maternalmente insiste en protegerlo, el empeño en encontrar a un padre tan distante como opacado desde el enfoque del relato mismo (y con gran inteligencia), son los ingredientes de esta inteligente historia y de esta bella película.

¿El final? Merece sin duda un análisis aparte; lejos de las convencionalidades conformistas de un cine para toda la familia, se ajusta como en un buen mecanismo de relojería.

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